domingo, 29 de septiembre de 2013

La Patria Grande y "El Pago Chico"…!

Se gestaba la patria de a caballo a chuza, bola y cuchillo y en la intensidad de aquella llanura, en la extensión de una patria grande, un puñado de hombres y mujeres, habitaban esa "Pampa" al sur de la "Gran Aldea", dándole espacio a un "Pago Chico", sin saber quizás de futuro pero si de presente. 
Araron, sembraron, plantaron hileras de frutales y en una marea de cueros distintos pelajes, pintaron el campo con hacienda de vacunos, ovinos y equinos. A falta de caminos se formaron las huellas al paso de carretas y hacienda y en las "rastrilladas" pasaron las tropas en luchas internas y el galope del chasqui, dejó el retumbe de los cascos de su caballo entre cardos y pastizales.
Pioneros dicen algunos, antecesores dicen otros, forjadores de un destino, mientras ellos le daban a esta tierra su sudor y sus huesos. Por acá también pasó la patria dejando escrita en nuestra historia, una más de tantas páginas, así se formaron hechos y vivencias, aquel tiempo fue una época, todo ocurrió en el transcurso de un siglo, el XIX, proceso fuerte en la historia de la patria y en ese siglo el "Pago Chico", se hizo pueblo, para ser en pueblos un partido "Almirante Brown" en honor al ilustre marino irlandés.
Pueblo este que fue haciendo su historia y en esos pergaminos del escrito de la pluma y el "cuento" del pico a pico quedó asentado que en aquel "Pago Chico" hombres del bronce de la historia, de la nueva patria, dejaron marcas de sus pasos por las huellas de estas tierras, bajo nuestro cielo diáfano de sol radiante, acompasando el encuentro entre aquellos pobladores lugareños, tal vez un brindis, quizás entre asado o mate y pastelitos, la patria del "Pago Chico" de Almirante Brown, tiene en sus páginas una historia grande y es bueno que se sepa, que en estas tierras soberanas del sur, también la patria marco su rumbo…!


Oscar Rincón


Agrupación Prepahicuna en honor a su tierra en su 140 Aniversario.

30 de septiembre de 1873, fundación del Partido de Almirante Brown.





Romance a "Monte de Los Chingolos"

Se extiende la llanura de la provincia de Buenos Aires hacia los campos del sur, desde la margen del Riachuelo el inhóspito horizonte se deja ver, insipientes pobladores se dispersan por la vasta región, bajo el curato de La Magdalena, se administran partidos tales como Barracas al Sur, Las Lomas de Zamora, Los Kilme y San Vicente de la Reducción, algunos con siembra, otros con hacienda, van marcando el paisaje de estancias, chacras y tambos, junto a saladeros y faenamientos que a la distancia de las leguas se distribuyen cada uno en su quehacer. A unos cuantos kilómetros  de las Lomas de Zamora, hacia el sur, camino a Chascomús  y Dolores, unas cuantas casitas sin quererlo van formando un poblado, alguna con pared de ladrillo y de tejas su techado, otras de adobe y paja, se forman cerca del camino "rastrillada" en el decir, hace punta una posta, que tiene enfrente una imagen, que a la intemperie en vigilia quedó, la llaman "Nuestra Señora del Tránsito" a ella se encomiendan los troperos, carreteros y viajantes que se llegan al lugar, mas allá de esta parada en la posta, la llanura de la pampa se hunde en lo inhóspito y la soledad.
Paraje pintoresco que le regaló al lugar, paraísos y macluras, eucaliptus, casuarinas y ciprés, quizá por esa arboleda, alguien al pueblo con el nombre de "Monte de Los Chingolos" bautizó, así con pocas casas, se fue haciendo en su entorno campero, un espacio comercial.
Allí estuvieron los primeros comercios de la zona, talabartería, herrería, ramos generales, botica, tienda, panadería etc. Por aquella "rastrillada" pintaba la figura de aquellos paisanos, las carretas, los arreos, las diligencias y tanto más. Así el "Monte de los Chingolos", se fue poblando y fueron sus jardines recubiertos de glorietas con glicinas, rosales y jazmines, magnolias foscata, hortensias, madreselvas, malvones, se enmarcó en verjas coloniales y casas con aljibes, puertas cancel, grandes patios con largas galerías de rojas baldosas y al correr del tiempo, a Nuestra Señora del Tránsito, una hermosa iglesia la cobijó.

Así fue que este "viejo pueblo" se durmió esperando que se hiciera justicia y se le concediera el honor, hoy tiene otro nombre, seguro que el tiempo que pasó lo cambió, pero guarda escondido debajo de un terrón de su tierra, toda la historia que sigue esperando su brote en flor, el partido de Almirante Brown es un puño, que dentro suyo a "Monte de Los Chingolos" encerró…! 

Oscar Rincón

Agrupación Prepahicuna "Al más viejo en su honor"


sábado, 28 de septiembre de 2013

Viejo Pueblo de Adrogué "La Perla del Sur"

Homenaje de Prepahicuna

Viejo Pueblo de Adrogué que duermes en el recuerdo...
"La Perla del Sur" (denominación al Pueblo de Adrogué en los años dorados).

Adrogué! Vibra y respira! sombras y luces,
silencio y voces, voces de los que amaron, palabras de los que amamos...
Porque nací en sus amaneceres calmos. Crecí con su sabia fresca,
maduré con sus noches plenas... Gracias...
(Fragmento Anónimo)


De paseo por aquel viejo Adrogué




Castel Forte




Hotel "La Delicia"





viernes, 27 de septiembre de 2013

EL OMBÚ DE RINCÓN

Este ejemplar de ombú tiene más de tres siglos de historia, se lo conoce como el ombú de Rincón porque está en la propiedad de la familia Rincón pobladores de esta zona desde los años 1750, siendo por entonces de apellido compuesto; los Díaz del Rincón propietarios de extensiones de campo ganadero en las tierras que luego fundaron el partido de Alte. Brown, hoy los descendientes ostentan el termino final de aquel apellido.
Según relatos familiares el ombú ya existía por aquellos años del siglo XVIII. 
A su sombra descansó y mateó "El restaurador" Don Juan Manuel de Rosas.
Hoy el ejemplar más antiguo de todo Alte. Brown, fue declarado de Interés Histórico Municipal por el Honorable Concejo Deliberante de Alte. Brown en el año 2005, ordenanza n° 8293, está ubicado en la calle Sarmiento entre España y 9 de Julio de Rafael Calzada.
El ombú no es un árbol, es una hierba gigante de tronco húmedo y esponjoso, su única utilidad es su abundante sombra.
Este ejemplar fue testigo del paso del tiempo, allí estuvo cuando se gestó la independencia de la patria y dio refugio a troperos, carretas y galeras que transportaron a tantos viajeros, a gauchos peregrinos y a los propios Rincón.
Fue retratado en notas de periódicos, en páginas de Internet en pinturas de artistas locales, visitado por delegaciones escolares y motivo de tarea en colegios locales.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

20 de Setiembre "Día Nacional del Caballo"

El día 23 de abril de 1925, salen de Buenos Aires, (Barrio de Palermo), en un día destemplado y lluvioso, los caballos criollos "Gato y Mancha" con rumbo a Nueva York.
En un largo peregrinar por más de tres años, por caminos de otras regiones, llegan a destino el día a 20 de setiembre de 1928. Llega solamente "Mancha" a Nueva York, luciendo un moño celeste y blanco en su pecho. "Gato" quedó en México debido a una lesión en una de sus patas que le impidió su marcha a destino.
"Gato" era de pelaje gateado, "Mancha" era Overo Rosado.
 Es por esto que quedó instituido el día 20 de setiembre como el Día Nacional del Caballo.


"Mancha y Gato" con Aimé Félix Tschiffely

Oscar Rincón
Recopilación Histórica Tradicionalista


El Caballo Criollo



El caballo criollo es descendiente del caballo ibérico traído por los conquistadores españoles a América. Los especímenes equinos traídos a América no eran caballos seleccionados para la reproducción, eran caballos rústicos y valientes usados en España para el trabajo. Hasta que no se reprodujeron en abundancia, los caballos traídos a América poseían un elevadísimo costo debido a su gran valor práctico y táctico y a su escasez inicial.

Los caballos entraron en Argentina a través del Perú, del puerto de Buenos Aires y de Brasil. Pero la corriente introducida por Buenos Aires es considerada la más importante, los traídos por Pedro de Mendoza al fundar la Ciudad de Buenos Aires en 1536.

Más tarde, Mendoza debió abandonar Buenos Aires obligado por la defensa de los pueblos originarios, y dejó los caballos, que una vez sueltos se reprodujeron prodigiosamente merced al bioma de praderas y pastizales y clima templado típico de la Pampa Húmeda. Tanto, que al llegar Juan de Garay, en 1580 al Río de la Plata consideró a las caballadas como "fantásticas" (abundantes y de excelente calidad).

Sólo los más fuertes lograron sobrevivir y reproducirse, aprendiendo a defenderse de los peligros tales como pumas y otros depredadores, soportando además climas extremos. Los pueblos aborígenes, increíblemente adaptables al "monstruo invasor", aprendieron primero a alimentarse de su carne, y después lograron una relación simbiótica con el caballo, a tal extremo que en el presente se sigue ampliando el estudio de la "doma india".

Ya desde inicios del siglo XVI quedaron caballos libres y se reprodujeron masivamente, estos caballos o baguales cimarrones pasaron a ser considerados "realengos", es decir posesión de la corona española, aunque en la práctica eran utilizables por cualquier persona habilitada, como los campesinos libres -luego gauchos-, que hicieron de los caballos uno de sus principales medios de subsistencia y un símbolo de prestigio.


La Doma del Potro entre Los Pampas


Indios (Francisco Madero Marenco)

El indio ha boleado un chúcaro y lo ha atado con soga a la estaca india, la que sabemos, estaba enclavada en el suelo, en sentido inclinado e inmovible.

El animal comenzaba a andar alrededor de la estaca constantemente. Para que le desaparecieran las cosquillas y nerviosidades producidas por ese estado de estancamiento, le arrojaban agua de continuo y le bañaban la frente con salmuera. Para enseñarle la mano le colocaba una piola prendida a la boca y colgado el otro extremo, del cuello del animal de tal manera que le enseñaba a obedecer a la derecha o hacia la izquierda.

Todas estas maniobras duraban dos o tres días e iban acompañadas de palabras que el indio le profería con frecuencia, acariciando al noble bruto.

Jamás lo golpeó, castigó o estropeó, convirtiéndose así en el fiel aliado de sus correrías.

Para soltarlo de la estaca el indio ya montado desarrollaba desde arriba la manea, esta no tenía ni nudos, ni ataduras y sólo un juego de agujeros, manea que el animal no sentía ni siquiera el tirón que le aflojaba las patas y lo dejaba mover libremente. Uno de los complementos era que el caballo volviera solo a la casa y sin jinete.

Cuando este se veía en peligro y ya herido clavaba la lanza en el suelo con un golpe seco, el caballo, así enseñado daba vuelta y evolucionando la marcha atrás, regresaba a la carrera.

Dijo Martín Fierro:

"Jamás sacude un golpe
porque lo trata al bagual
con paciencia sin igual.
Al domarlo no le pega
hasta que al fin se le entrega
ya dócil el animal"

Lucio V. Mansilla recoge estas expresiones del indio Cacique Ramón en  "Una excursión a los Indios Ranqueles" 1870... 
"Nosotros no maltratamos al animal, tratamos de que pierda el miedo, lo ensillamos pero no lo montamos hasta que pierda el miedo y se acostumbre, por eso son briosos y mansos además de ser fuerte es mansísimo y acota- ¿Duerme el indio? No se mueve. ¿Está ebrio? Le acompaña a guardar el equilibrio. ¿Se apea y le baja la rienda? Allí se queda. ¿Cuanto tiempo? Todo el día. 
El Indio no usa manea, traba, bozal ni cabresto. Si lo lleva es señal que anda redomoneando un potro o en un caballo arisco esnseñando a alguno que ha robado en su último malón.


Ana Regina Rondeau de Balanche 
(Bisnieta del Cacique Araucano Mariano Rondeau)